LOS EXTRATERRESTRES EN CHILE

EL DUO DE LA HISTORIA ENCENDIERON LA QUINTA VERGARA DURANTE SU PRESENTACION

Viña del Mar.- El reguetón vivió su noche de gloria en el Festival de Viña del Mar. De la mano de Wisin & Yandel, la Quinta Vergara bailó hasta que se cansó, con la energía y la pasión que derrocharon sobre el escenario los puertorriqueños que cerraron la cortina de esta versión del certamen musical.
Lo de ayer fue un éxito adelantado, cuando semanas antes de comenzar el festival se agotaron las entradas para este día, como una muestra de que este dúo boricua la rompe en Chile, sobre todo entre el público adolescente.
La Quinta Vergara ya sabía de la sensación del fenómeno musical en años pasados. El 2006 fue Daddy Yankee el encargado de la fiesta; y el año pasado fue Don Omar el que puso el ritmo. Pero fue con el dúo boricua, con quien el monstruo deliró con la pasión del movimiento.
A pesar de que los puertorriqueños subieron al escenario cerca de las 2:00 de la mañana, en la galería no se movió ningún alma, demostrando la idolatría de su público, que coreó hasta las comas de las letras de sus canciones. Y es que la aparición en escena de “Los extraterrestres” –como se autodenominan Juan Luis Morera y Yandel Veguilla-, fue sencillamente espectacular, sobre una esfera formada por barras de metal que asemejaba a una nave.
El griterío fue ensordecedor. El show prometía pasión, ritmo y energía. Y así fue. En las casi dos horas de show, sus seguidores disfrutaron como verdaderos niños los sones de “Pam pam”, “Rákata”, “Noche de entierro”, “Acércate a mí”, “Mayor que yo” o “Enfermo de amor” y también de “Una noche más”, de evidentes raíces reggae.
Ésas fueron algunas de las piezas que el dúo reguetonero compartió con su fanaticada, la que no sólo repletó la Quinta Vergara, sino que también se dio cita en los accesos de ésta, suplicando que los dejaran entrar
Seguramente, ni a Wisin ni a Yandel les importarán las comparaciones con el show de bastante más complejidad, que dos días antes ofreció Calle 13. Wisin & Yandel apelaron al ritmo y elementales dinámicas (una “bulla”, brazos arriba, que grite la derecha, ahora la izquierda), para tener bajo control a un público totalmente adrenalinizado, que los premió con dos Antorchas y una Gaviota. Las últimas de esta 49° versión del Festival de Viña del Mar.

Jorge Zapata / Para Primera Hora